Norma Cady
Written by Luz Stella Diaz
Norma Cady tells her story using her Norma Way, which “describes the ways in which I have found solace throughout my life” and it is based on the Navajo Way, the recognized path that Navajos take throughout their lives. For her, it comes in 4 unique manners embodied on a physical shield: horses, a cabin, a Quaker meeting place and a Navajo location.
She states that while “some people seek protection via religion or via status in society” in her case, the ways have helped when facing her share of life challenges.
Norma’s parents, a geologist father and educator mother, moved the family to Colorado instilling a love of travel. She witnessed the Soviet invasion of Czechoslovakia in Prague in 1968, while her father attended a conference. She will use these memories when writing her stories.
Throughout her life, horses were companions. She remembers Loki, Modi, and distinctively Fargo and Glory. Fargo and Norma shared sad moments like the time Fargo was attacked by a mountain lion and later killed by a drunk driver; and Glory, who became her therapeutic support when Norma’s home on the Navajo Nation, was destroyed by fire.
Norma attended college in Boulder. She and her former husband built a cabin in Colorado where she learned about nature and also focused on raising her two sons, who remain her inspiration.
While working at a Quaker boarding school in Iowa she learned practices for decision-making and consensus, with understanding how vital community support is to one’s life. Here, she decided to become an agroecologist/land use planner (applying her knowledge and respect for the environment and people).
She later fulfilled her life-long dream of moving with her children to Window Rock, the capital of the Navajo Nation. She worked there as an agroecologist and tribal planner and was known as bilagáana, the Navajo word for non-Navajos, developed a strong sense of community and still considers it one of her homes. Norma has also been in the Peace Corps and a mentor with Chaffee County.
Returning to “mainstream America” was hard, especially when “fighting” to keep her home of several years. Norma was one of the tenants at a Buena Vista complex which was purchased by a new landlord who doubled the rent. Consultations with local attorneys and opinion pieces in the newspaper were for naught, resulting in all tenants leaving the property under threat of eviction.
She drives the local shuttle bus, and gathers notes recounting her life experiences for future story writing. Norma says: “I will just keep on with my active creativity and my Norma Way”.
Spanish Version
Norma Cady cuenta su historia utilizando El camino de Norma, que “describe las formas como he encontrado consuelo a lo largo de mi vida”. Se basa en el Camino de los Navajos, un camino reconocido que los Navajos toman a lo largo de sus vidas. Para ella, son 4 formas únicas, plasmadas en un escudo: caballos, cabaña, un lugar de encuentro cuáquero y un lugar Navajo.
Ella dice, “algunas personas buscan protección a través de la religión o de su estatus en la sociedad”, en su caso, estos caminos la han ayudado a enfrentar desafíos de vida.
Sus padres, madre educadora y padre geólogo, mudaron la familia a Colorado inculcando un amor por los viajes. Norma presenció la invasión soviética de Checoslovaquia en Praga en 1968, mientras su padre asistía a una conferencia. Usará estos recuerdos cuando escriba sus historias.
En su vida, los caballos fueron compañeros. Recuerda a Loki, Modi y claramente a Fargo y Glory. Fargo y Norma compartieron momentos tristes como cuando Fargo fue atacado por un puma y cuando un conductor ebrio lo atropelló; y Glory, su apoyo terapéutico cuando su casa en la Nación Navajo fue destruida a causa de un incendio.
Norma asistió a la universidad en Boulder. Ella y su exesposo construyeron una cabaña en Colorado, aprendió sobre naturaleza y se enfocó en criar a sus hijos, quienes continúan siendo su inspiración.
Trabajó en un internado cuáquero en Iowa, aprendió sobre toma de decisiones y consenso, y comprendió cuán vital es el apoyo de la comunidad en nuestras vidas. Aquí, decidió convertirse en agroecóloga/planificadora territorial (aplicando su conocimiento y respeto por el medio ambiente y las personas).
Más tarde cumplió su sueño de mudarse con sus hijos a Window Rock, la capital de la Nación Navajo. Trabajó allí como agroecóloga/planificadora tribal, era conocida como bilagáana, la palabra navajo para quienes no son navajos, desarrolló un fuerte sentido de comunidad y aún la considera uno de sus hogares. Norma también fue parte de los Cuerpos de Paz y ha sido mentora en el condado de Chaffee.
Regresar a la "América convencional" fue difícil, especialmente al "luchar" para conservar su hogar. Norma era uno de los inquilinos de un edificio de apartamentos en Buena Vista, comprado por un nuevo propietario, el cual duplicó el alquiler. Consultas con abogados y artículos de opinión en el periódico no sirvieron, y los inquilinos abandonaron la propiedad bajo amenaza de desalojo.
Ahora conduce el autobús local, recopila notas que cuentan sus experiencias para así escribir historias en el futuro y dice: “Seguiré con mi creatividad activa y el Camino de Norma.”