Maria Montoya - A Powerful Woman
Written by Luz Stella Diaz
María Montoya has lived in Salida since 2019.
She grew up in the coffee region of Colombia, surrounded by family, with a special bond to her grandmother, a figure who María considers a saint. She says “I enjoyed my grandmother very much and learned so much from her”.
María enjoyed playing basketball and soccer, dancing (as part of her Colombian DNA), and surprisingly for a young adult, enjoyed accompanying her grandmother to Church. This experience led to a long-time dream of becoming a nun. After serious reflection, she realized the sisterhood was not the right path for her.
At that time in her young life, English language skills did not seem important but proved very necessary when she decided to move to New York. New York was home for many years. She had the opportunity to study English, to work, to play sports and meet people from many countries.
She eventually married, started a family and had her first child. The marriage was not a positive experience. Her decision to leave the marriage to protect herself and her child made her a more powerful woman.
María became part of a supportive, caring community in New York where she was helped with finding safe child care, reputable attorneys, and interpreters.
She turned her eyes southward, moved to Georgia to be closer to family and friends, and left marriage and legal issues behind.
She met her true life partner, found work and established residency in Georgia.
María worked and studied in her chosen field of healthcare. As María says, “I like to start and finish my goals”. She graduated as a medical assistant, worked at a local hospital utilizing her bilingual skills. She also worked as a nanny where she established lifelong relationships with the children and their families.
Life in Georgia was mostly good to her and her family. However, racism and discrimination made things difficult. After many years in the South, María and her husband, decided to move to the more progressive state of Colorado and to beautiful Salida. She has faced challenges in a tourist town but at the same time has found good medical support through a network of knowledgeable doctors and medical assistants.
María continues to live in Chaffee County with her husband of 28 years. She has worked at a local pharmacy, continues her quest for knowledge, prepares delicious Colombian food for friends and family, and is currently providing care for a tiny human whom she dearly loves.
María Montoya vive en Salida desde el 2019. Creció en la región cafetera de Colombia, rodeada de su familia, teniendo un vínculo especial con su abuela, a la cual María considera una santa. Ella dice: “Disfruté mucho a mi abuela y aprendí mucho de ella.”
A María le gustaba jugar baloncesto y fútbol, bailar (como parte de su ADN colombiano) y, sorprendentemente para una joven, disfrutaba acompañar a su abuela a la iglesia. Esta experiencia hizo que por mucho tiempo soñara en convertirse en monja. Después de una seria reflexión, se dio cuenta que no era el camino adecuado para ella.
En esos momentos de su juventud, el dominio del idioma inglés no parecía importante, pero resultó ser muy necesario cuando decidió mudarse a Nueva York, la ciudad que fue su hogar durante muchos años. Tuvo allí la oportunidad de estudiar inglés, trabajar, hacer deporte y conocer gente de muchos países. Con el tiempo se casó, formó una familia y tuvo su primer hijo. Su matrimonio no fue una experiencia positiva. Su decisión de dejar el matrimonio para protegerse a ella misma y a su hijo la hizo una mujer más poderosa.
María fue parte de una comunidad solidaria en Nueva York, que la ayudó a encontrar cuidado infantil confiable, abogados con buena reputación e intérpretes. Decidió entonces mudarse a Georgia para estar más cerca de familia y amigos, y dejó atrás su matrimonio y problemas legales.
Conoció au verdadero compañero de vida, encontró trabajo y estableció su residencia permanente en Georgia.
María trabajó y estudió en su área preferida de la salud. Como ella dice, “me gusta empezar y finalizar mis objetivos”. Se graduó como asistente médica, trabajó en un hospital utilizando sus habilidades bilingües. También trabajó como niñera y estableció relaciones de por vida con los niños que cuidaba y con sus familias.
La vida en Georgia fue buena en general para ella y su familia. Sin embargo, racismo y discriminación hicieron las cosas difíciles. Después de muchos años en el sur, María y su esposo decidieron mudarse a un estado más progresista como Colorado y a Salida. María ha enfrentado desafíos en esta ciudad turística, pero al mismo tiempo ha encontrado un buen apoyo en el campo de la salud a través de una red de doctores y asistentes médicos expertos.
María continúa viviendo en el condado de Chaffee con su esposo de 28 años. Ha trabajado en una farmacia, continúa su búsqueda de conocimientos, prepara deliciosa comida colombiana para amigos y familiares, y en la actualidad cuida a un pequeño humano a quien ama mucho.
Quinn - Following my "AHA" moment
Written by Bianka Martinez
“I was living in Fort Collins going to school, struggling with depression and it was rough. That's the good old college life. But my mom moved down here (Salida) so I came down here when I was home for summer, ended up getting an internship with the Forest service and the rest is history.”
The move from city life on the front range to rural Chaffee County wasn’t a seamless one. Her college career focused on professional sports public relations, the transition to the Forest Service seems like a bit of a stretch, however the conviction in her voice was tangible.
“I met people that care about the world and conserving and making sure that we leave this place better than we found it. They really cared. About me. About what they were doing. It wasn't just you know punching out on a time clock and getting paid.”
Quinn’s path with the Forest Service started out as an internship, which turned into seasonal employment, which turned into a full time staffed position. “I definitely did not feel like I measured up at first, I had no idea what I was doing. But it ended up being something that I decided to stick with.”
Quinn shares her “aha” moment that led to Salida cementing itself as home. Staring at the ceiling-taking a second to dig through her memories, her eyes light up for the briefest of seconds.
“Really, this is kind of weird…but I think it was last year or maybe the year before. I was at the School of Rock thing with the high school and middle school and I saw Chris Naccarato dancing with his daughter.”
Quinn takes a moment to cover her face, blushing. She slaps her hands repeatedly on her legs. “It was the cutest thing I've ever seen, not just him but so many families just, like, gathering and being happy and music.” She exhales deeply, grins.“It was like ‘okay this is where I wanna be’ like I could live here for the rest of my life, I’d be happy.”
“People really do live here like that. There's real people here.”
Pondering her future, thinking about where she sees herself in five years she wrings her hands adjusting a ring, answer at the ready. “I can see myself being in the same position, but I've been doing some research and I think it would be interesting to try something in a more specialized field. Still with the Forest Service. I really do like working for them. They're the reason I ended up here.”
Quinn Baur
“La gente realmente vive aquí así. Aquí hay gente auténtica”.
“Estaba viviendo en Fort Collins yendo a la escuela, luchando contra la depresión y era difícil. Esa es la vida universitaria. Pero mi mamá se mudó aquí, así que vine a Salida cuando estaba descansando durante el verano, terminé haciendo una pasantía en el Servicio Forestal y lo demás es historia”.
El cambio de la vida en la ciudad a la zona rural del condado de Chaffee no fue perfecto. Su carrera universitaria se centró en las relaciones públicas de deportivas profesionales, la transición al Servicio Forestal parece un poco extraño, sin embargo, la convicción en su voz era concreta.
“Conocí a personas que se preocuparon por el mundo y por conservación y asegurarse de que dejemos este lugar mejor de lo que lo encontramos. Realmente tenían apasionamiento. Sobre lo que estaban haciendo. No era solamente un trabajo para recibir un pago”.
El camino de Quinn con el Servicio Forestal comenzó como una pasantía, que se convirtió en un empleo temporal, que luego se convirtió en un puesto de tiempo completo.
“Definitivamente no sentí que yo tenía derecho estar allí, no tenía idea de lo que estaba haciendo. Pero era algo que me encantaba”.
Mirando al techo, tomándose un segundo para escarbar en sus recuerdos, sus ojos se iluminaron por un brevísimo segundo. Quinn comparte el momento en que ella realizó que Salida era donde ella quería quedarse.
“Realmente, esto es un poco extraño… pero creo que fue el año pasado o tal vez el año anterior. Estaba en la Escuela de Rock con la escuela secundaria y vi a Chris Naccarato bailando con su hija”.
Quinn se toma un momento para cubrirse la cara, sonrojándose. Ella toca sus manos repetidamente así a sus piernas.
“Fue lo más lindo que he visto en mi vida, no solo a él, sino a tantas familias simplemente reunidas, felices y con música”.
Ella exhala profundamente, sonríe.
"Fue como 'está bien, aquí es donde quiero estar', como si pudiera vivir aquí por el resto de mi vida, sería feliz".
“La gente realmente vive aquí así. Aquí hay gente auténtica”.
Reflexionando sobre su futuro, pensando en dónde se ve a sí misma dentro de cinco años, se retuerce las manos ajustando un anillo, con la respuesta lista.
“Puedo verme en la misma posición, pero he estado investigando un poco y creo que sería interesante probar algo más especializado. Todavía con el Servicio Forestal. Realmente me gusta trabajar para ellos. Ellos son la razón por la que yo me encuentro aquí.
Iris Lama - Service is her Mantra
Written by Luz Stella Diaz
Iris Lama was born in Venezuela. She started working at age 12, with her father. He was the manager for a large ecotourism site catering to European tourists, interested in enjoying Venezuela’s beauty and culture. “I was lucky to work in this industry, meeting people from many places and showing off my incredible country and the culture of its indigenous communities”.
These experiences and the constant lessons from her father instilled in her a strong work ethic that she still applies. She learned to look for solutions and alternatives when faced with life challenges.
She obtained a degree in Tourism Management, and visited the US to study English. Then, she went back to Venezuela and worked with a tour operator company, using her new English skills and eventually returning to the States. She ended up in Salida where she continued working with the same company. Unfortunately, political unrest in Venezuela reduced the incoming tourism demand and her job ended. Pondering her next life steps, she recalled that she had always been attracted to “muscles, tendons and veins”. This “unusual attraction” connected to her love of exercise and her interest in serving others. Initially, she became a certified personal trainer. Due to her still developing English, she was doubtful about pursuing further training which required advanced anatomy and physiology terms but a great teacher helped her to achieve her goal.
Later on, she completed an Oncology massage program with a Lymphedema certification. She was interested in these fields based on her experience with her grandfather who had cancer for many years. The family, desiring secrecy, kept him isolated from friends and family, to be only cared for by the medical team. For her, a life of service to others by relieving symptoms and side effects from cancer treatments, and teaching people how to take care of their bodies, became her mantra.
After finishing her training, she volunteered at the hospital eventually becoming part of the chemotherapy team. She then assisted with the massage program for the oncology department, contributed to the creation of the wellness program and worked there for several years.
“I was so fortunate, with my broken English and being Latina, I knocked on the door of the hospital and was accepted”. She has purchased a home with the help of Chaffee Housing Trust, volunteers as a Board member with The Alliance (nonprofit supporting victims of domestic/sexual violence), and works building her own massage practice. She also enjoys the company of her children and continues with her travels. She additionally says, “Salida is home and the community where I found many opportunities”.
Iris Lama
Músculos, tendones y servir a otros
Servicio es su mantra
Iris Lama nació en Venezuela. Comenzó a trabajar a los 12 años con su padre. El administraba una compañía de ecoturismo que atendía a turistas europeos interesados en disfrutar de la belleza y cultura de Venezuela. “Tuve la suerte de trabajar en esta industria, conociendo gente de muchos lugares, mostrando mi increíble país y la cultura de sus comunidades indígenas”.
Estas experiencias y las constantes lecciones de su padre inculcaron en ella una sólida ética de trabajo que aún aplica. Aprendió a buscar soluciones y alternativas a los desafíos de la vida.
Se graduó en Administración Turística, viajó a los Estados Unidos para estudiar inglés. Regresó a Venezuela, trabajó con una compañía operadora de tours utilizando su inglés y eventualmente regresó a este país.
Llegó a Salida y continúo trabajando con la misma empresa. Desafortunadamente, los disturbios políticos en Venezuela redujeron la demanda de turismo a su país y su trabajo terminó.
Reflexionando sobre sus próximos pasos, recordó su atracción por "músculos, tendones y venas". Esta “atracción inusual” estaba conectada con su amor por el ejercicio y su interés por servir a los demás.
Inicialmente, se convirtió en entrenadora personal certificada. Debido a que todavía estaba desarrollando su inglés, tuvo dudas sobre continuar estudios adicionales que requerían términos avanzados de anatomía y fisiología, pero un buen profesor la ayudó a lograr su objetivo.
Más tarde, finalizó un programa de masajes oncológicos con una certificación en linfedema. Ella estaba interesada en esto por la experiencia con su abuelo quien tuvo cáncer durante muchos años. La familia, deseando mantener esto en secreto, lo mantuvo aislado de amigos y familiares, solo atendido por personal médico.
Para ella, una vida de servicio a los demás, aliviando síntomas y efectos secundarios de los tratamientos contra el cáncer, y enseñando a las personas cómo cuidar sus cuerpos, se convirtió en su mantra.
Después de terminar su formación, fue voluntaria en el hospital, eventualmente convirtiéndose en parte del equipo de quimioterapia. Ayudó con el programa de masajes para el departamento de oncología, contribuyó a la creación del programa de bienestar y trabajó allí durante varios años. “Fui tan afortunada, con mi inglés deficiente y siendo latina, toqué la puerta del hospital y me aceptaron”.
Ha comprado una casa con la ayuda de Chaffee Housing Trust, pertenece a la junta de The Alliance (organización sin fines de lucro que apoya a víctimas de violencia doméstica/sexual) y tiene su práctica de masajes terapéuticos. También disfruta de la compañía de sus hijos y continúa con sus viajes.
Para ella, “Salida es el hogar y la comunidad donde encontré muchas oportunidades”.
Forrest Whitman - Unofficial Goodwill Ambassador
Written by Luz Stella Diaz
Longtime resident of Salida, Forrest Whitman, is an unofficial goodwill ambassador. A familiar figure in downtown, greeting everyone in English or Spanish, and knowing almost everything that is happening.
His story begins in the Midwest. Born and raised in Chicago, he “grew up with a rail yard behind his house”. Watching the trains led to a long-term love of the rails.
This love helped him during his early adult years. He attended college in Chicago, and as he says, “he was hanging out at universities for 8 years” trying to get different degrees (Philosophy was his major), making some money working on the railroads while supporting his family.
He ended up moving to Colorado where he started to write, helped people less fortunate, became interested in politics, worked as county commissioner in another county, learned Spanish, and got involved with the Democratic Party because “He was born a Democrat”. Forrest likes to write. “Writing is fun and I like to write important stuff”. Colorado Central Magazine and local newspapers have been recipients of his railroad and life knowledge.
As part of his passion for helping people, Forrest got involved with a Colorado church as an employee and as a member. He is no longer with the church but says “He liked it and still likes the church. It is a peace church, working towards peaceful solutions to conflicts”.
Forrest and the church helped refugees, asylum seekers, and people looking for sanctuary. This “life passion” took place in the USA but also took him to several countries in Central America where one of the “dirty wars” was raging. It was a challenging time and he found himself in opposition to various law enforcement agencies.
“That sounds over the top heroic. I don’t think anybody felt heroic, we were just helping out”.
He is not as active as he used to be, due to health issues, but he still writes, is married to his wonderful wife Frances, volunteers, keeps in touch with his family, has a radio show, reads in English and Spanish, gets his daily morning coffee at his favorite coffee shop and adores the mountains surrounding beautiful Salida.
In addition, Forrest continues to be part of many different organizations such as those with interest in reform to the prison system, in alternatives to justice and to traditional punishment, in sanctuary movements, and in assistance to refugees.
Although he is aware of the challenges of a tourist town such as housing and stable jobs, he is proud of his Salida community. Forrest believes that “in Salida, we open our hearts to different groups”.
Forrest Whitman, residente de Salida desde hace mucho tiempo, es un embajador no oficial de buena voluntad. Es una figura familiar en el centro, saludando en inglés o español, y al tanto de casi todo lo que está pasando en Salida.
Su historia comienza en el medio oeste. Nacido y criado en Chicago, "creció con ferrocarriles detrás de su casa". Ver los trenes resultó en un amor a largo plazo por los rieles.
Este amor lo ayudó durante sus primeros años como adulto. Asistió a la universidad en Chicago y como él dice, "estuvo pasando el rato en universidades durante 8 años", tratando de obtener diferentes títulos (Filosofía era su especialidad), ganando algo de dinero trabajando en los ferrocarriles mientras mantenía a su familia.
Terminó mudándose a Colorado donde comenzó a escribir, ayudó a personas menos afortunadas, se interesó en la política, trabajó como comisionado del condado, aprendió español y se involucró con el Partido Demócrata porque “El nació demócrata”.
A Forrest le gusta escribir. “Escribir es divertido y me gusta escribir cosas importantes”. Colorado Central Magazine y periódicos locales han recibido su conocimiento sobre los ferrocarriles y la vida.
Como parte de su pasión por ayudar, Forrest se involucró con una iglesia de Colorado como empleado y como miembro. Ya no está con la iglesia, pero dice: “Le gustó y todavía le gusta la iglesia. Es una iglesia de paz que trabaja en soluciones pacíficas a conflictos”.
Forrest y la iglesia ayudaron a refugiados, solicitantes de asilo y personas que buscaban santuario. Esta “pasión de vida” tuvo lugar en Estados Unidos, pero también en varios países de América Central donde se estaba librando una de las “guerras sucias”. Fueron momentos difíciles, donde él se encontró en oposición a organizaciones del orden público.
“Eso suena exageradamente heroico. No creo que nadie se sintiera un héroe, solo estábamos ayudando”.
Ya no es tan activo como solía ser, por problemas de salud, pero todavía escribe, está casado con su maravillosa esposa Frances, es voluntario, se mantiene en contacto con su familia, tiene un programa de radio, lee en inglés y español, toma su café diariamente en su cafetería favorita y adora las montañas que rodean a Salida.
Adicionalmente, Forrest continúa siendo parte de diferentes organizaciones interesadas en reformas al sistema penitenciario, en alternativas a la justicia y al castigo tradicional, en movimientos santuario y en asistencia a refugiados.
Aunque es consciente de los retos que hay en un pueblo turístico, como vivienda y trabajos estables, está orgulloso de la comunidad de Salida. Forrest cree que “en Salida abrimos el corazón a diferentes grupos”.